ENTREVISTA A FERNANDO DE VICENTE ( psicoanalista CPB)


ENTREVISTA A FERNANDO DE VICENTE


¿Qué le llevó a estudiar psicología?

Me llevó el interés que desde muy joven me despertó hacia los demás, y sobre todo, a los más frágiles. Al inicio, no pensé en psiquiatría ni en psicología.

¿En su historia personal, ha habido algo que le ha marcado, para dedicarse a esto?

No, no creo que haya habido un  acontecimiento especial, pero ya en bachiller, formé un grupo con compañeros, para reflexionar sobre psicología, sin saber muy bien lo que era.

¿Cuáles fueron sus influencias, que le marcaron?

Posteriormente, después ya en París, en el contexto muy psicoclínico de la época, (años 70-80), a través de un profesor de filosofía (cuando yo hacía la licenciatura de filosofía), oí hablar de F. Tosquelles, republicano catalán, huido a Francia, y muy conocido allí, e iniciador del movimiento de Terapia Institucional. Casualmente, le conozco a través de un amigo… y me quedé unido a él, hasta su muerte, tanto profesional, como personalmente.

Fue mi primer analista y cuando se fue seguí con René Le Fort, gran especialista en niños, junto a F. Dolto. Mis dos referentes profesionales importante, también, evidentemente, mostrado a través de su práctica Francesc Tosquelles y después con Jean Oury, y aquí con Josep Fàbregas.

¿Podría contarnos alguna anécdota de su vida laboral?

Muchas con ustedes, los pacientes, con quienes, sin falsa humildad, sigo aprendiendo todos los días en mi profesión. Ustedes son “el libro”.

¿Cree que los enfermos mentales pueden insertarse en la sociedad?

Sí, pero depende mucho, como ustedes lo saben mejor que yo, del grado de gravedad de la enfermedad. Pero siempre se puede mejorar,  si no para integrarse, sí para vivir mejor sus dificultades.

¿Qué cosas le satisfacen más de su trabajo?

La relación con los pacientes y el poder hacer más llevadero su enfermedad, aunque sea riéndonos conjuntamente.

¿Qué no le gusta de su trabajo?

Trabajar con quiénes creen que lo saben todo. O con pacientes que creen que nada pueden cambiar ni mejorar.

¿Qué le llevó a proponer la creación de esta revista?

Justamente, el hecho de estar muy convencido, que siempre y cualquier paciente, algo puede cambiar en su vida.

La revista es una disculpa, para intentar mobilizar al mayor número posible de  pacientes “a colar” algo en su vidas y saber hacer  y así  salir de su immobilsmo  malsano. No olviden, que aún queda por seguir moviéndonos, para continuar, siempre, siempre, hay camino por recorrer. Y ahora, también, para intentar, encontrarnos con las otras residencias, y publicar un número conjunto, al año. También, estaría bien, incluso que dicho número, se dedicase, como homenaje al doctor Fàbregas, que hizo posible, la creación de dichas residencias…

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