Mundo de la Ornitología por Amador.
Mundo de la Ornitología por Amador.
Yo soy Amador, un pajarero, así se nos llamaba, así se me llamaba, por
mi pasión al mundo de los pájaros.
Yo tenía muchos pájaros, he llegado a tener 80 pájaros en jaula, he
llegado a criar pardillos entre sí. Yo era muy aficionado a la caza, participaba,
era socio en tres sociedades, la principal era la de Sant Martí.
La ornitología es muy bonita. Yo empecé con canarios, los crié y allí un
amigo me regaló una cadernera para que pudiera competir con ella. Ahí empezó
todo, de ahí esta afición que me llevó a tener tantos pájaros.
Tenia la casa llena de pájaros, vivía en la planta baja en un piso de
Horta con la pared llena de jaulas. Los pájaros buenos los tenía dentro del comedor.
Cuando mudaban la pluma (el pájaro muda la pluma por el calor, por la
fiebre, etc.), los ponía dentro de la biblioteca para cambiarles la
pluma.
Me levantaba a las tres de la mañana, antes que rompiera el alba, para
estar cerca de un pueblito de Llançà. Allí cazaba con una red invisible,
parecida a un velo, que corriendo con un poco de fondo no se veía.
Cazábamos con reclamos, que eran
pájaros de la especie de la que íbamos a cazar. Solo estaba permitido cazar 4
clases de pájaros distintos, de competición; eran el pinzán, el verdún, la
cadernera y el pardillo. Estaba prohibido cazar con hembras, las hembras las
echábamos a volar. Ahora se permiten tener para cría.
Tenía un amigo que llegó a tener un árbol dentro de un tabernáculo,
llegó a criar caderneras en cautividad, eso era muy difícil. Nosotros lo hacíamos en un coto privado, eso fue hasta
que nos lo prohibieron. Después habían los certámenes, concursos de pájaros que
solían hacerse en una escuela de los muchos que éramos para competir. Se ponían
cartones entre las jaulas para que no se peleasen entre sí los pájaros. En
aquella época yo tenía una cadernera que me ofrecían 100.000pts por ella, hoy
podría llegar a valer un millón de pesetas. Antes se hacían concurso si uno era
socio. Allí se ponían 6 pájaros cada vez, iban saliendo y los ponían en
armarios hasta que quedaba “la corona”, los seis pájaros elegidos y ahí salía
el ganador, un campeón de cada pluma.
Y duró hasta que un spray mal utilizado, un spray muy potente para matar
las moscas que había, mató a mis queridos pájaros, aquellos pájaros buenos del comedor.
Luego con el accidente no pude cuidar más a los pájaros que me quedaban y los
acabé regalando.
A mi me conocían por mis pájaros, la gente me quería por ello. Hace poco
estuve en la Asociación
y me encontré con gente de entonces, echamos una partida al dominó mientras
recordaba mis pájaros, aquellos pájaros.
Comentarios
Publicar un comentario